Me gustaría decir que en estos  3 años he logrado despertar la curiosidad de más mujeres sobre la infinidad de ventajas de transportarse en  bicicleta, al menos en mi perspectiva. Por el contrario, las reacciones cuando me ven pasear con mi casco amarrado a mi bolsa o mochila, o en el elevador antes de la visita obligada al baño de la oficina para acomodarme el cabello aplastado por el casco; pueden clasificarse en dos:

Por un lado me preguntan: “¿Estás loca? ¿Desde dónde vienes? ¿No te da miedo? Es que la Ciudad de México no está hecha para ciclistas, nadie los respeta. Si viviera en –inserte el país de su preferencia conocido por ser amigable para ciclistas- sin duda podría ir al trabajo en bici, pero aquí, jamás. ¿Dónde te bañas? ¿Llegas a trabajar toda sudada? luego de  una cara de asco y desaprobación”, concluyendo con “Yo no podría”. 

Por otro lado están los que me comentan:“¡Wow! ¡Qué aventada! Seguro tienes mucha condición. Con razón siempre te veo comiendo pan y no engordas (tanto). ¿Y así vestida andas en bici? ¿Con esos zapatos?”. Para concluir nuevamente con “Yo no podría”.

El denominador común de ambas reacciones es que no he logrado convencer a nadie de optar por un modo de transporte que para mí, además del beneficio ambiental y social, es sinónimo de libertad, independencia y alegría. Y es que a veces olvidamos que el objetivo del transporte va más allá de llevarnos de un lado a otro. El transporte tiene el potencial de combatir la pobreza, reducir desigualdades e impulsar la autonomía y empoderamiento de grupos vulnerables.

Cada cierto tiempo por dos fines de semana nos reunimos por la mañana de la mano de nuestras organizaciones aliadas Bicitekas y Pedaliers para tomar sesiones concisas pero muy importantes de: mecánica básica tanto práctica como teórica, aprendizaje de las partes de la bici, cómo ajustarla, maneras para comunicarse mientras rodamos por la calle y hasta el reglamento de tránsito. Luego de las sesiones de bici-habilidades y perspectiva de género para viajes de cuidado y defensa personal en caso de acoso; tenemos la preparación necesaria para salir a rodar a la calle en prácticas bici-acompañadas de instructoras e instructores con experiencia que monitorean y supervisan al grupo.

Apenas se confirma fecha y lugar para la siguiente Biciescuela hay que registrarse porque el número de participantes disponibles es bien limitado. Se notifica por correo electrónico el enlace para registrarse mediante un formato de Google Forms. Es sencillo y rápido. ¡Espéralo y compártelo con tus amigas y amigos del trabajo!

Una vez ingresados datos básicos como nombre o mail institucional, podemos elegir el o los cursos en los que buscamos participar. Aunque tomarlos todos sería lo ideal para graduarnos con 10, tenemos la libertad de elegir las sesiones según interés, horarios y/o conveniencia.

Luego del registro hay que unirnos a un grupo de whatsapp donde el equipo MOVIN le dará seguimiento al grupo para asistir a las citas virtual o presencialmente. En las sesiones prácticas es bien importante llevar la bici que usamos normalmente para acostumbrarnos a ella, aunque si no es posible o no cuentas con bici propia nuestros amigos de DEZBA nos prestan una.

Día a día es importante la decisión que tomamos al trasladarnos en modos de transporte que sumen un granito de arena a la movilidad sustentable e inteligente. Es por ello que queremos que nos compartas tu viaje. 

Conoce las bases: